Síndrome postvacacional: síntomas y pautas para evitarlo

Las vacaciones de verano han llegado a su fin. Agosto es el mes estival por excelencia y septiembre supone el regreso a la rutina. No solo los niños volverán al cole, los adultos tendrán que hacerlo a su puesto de trabajo. Ten cuidado de cómo lo haces y el tiempo que empleas en esta vuelta porque puede sufrir el síndrome postvacacional.

¿Qué es? No se considera una enfermedad, si no un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones. Para algunas personas puede resultar extremadamente difícil. Incluso esa presión puede ocasionar cuadros de estrés agudo y otras manifestaciones emocionales y físicas.

Como por ejemplo malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores, cambios de humor, etc. ¿Quieres conocer algunas pautas para prevenir el síndrome postvacacional? ¡Te lo contamos en Medifar!

Claves para prevenir el síndrome postvacacional

Gradual: una buena idea para prevenir este síntoma es volver de manera gradual. Regresa de las vacaciones antes de tiempo para que puedas asimilar la intensidad de trabajo acumuladas tras los días libres.

Dormir: aunque hemos mantenido unos horarios algo distintos durante el verano, es hora de volver a los mismos. Por eso, acuéstate pronto y duerme siempre las 8 horas recomendadas por los expertos. Así te cargarás de energía para afrontar un nuevo día.

Horarios: debes mantener unos horarios regulares tanto de día como de noche. Vuelve a la rutina de comidas, cenas, deporte y trabajo. Es importante para que no sufras los síntomas del síndrome postvacacional.

Trabajo: es muy importante priorizar las tareas cuando llegues al puesto laboral. Intenta hacer frente a lo más urgente, dejar a un lado el resto y, sobre todo, no llevarte nada de trabajo a casa. Sino no conseguirás desconectar y comenzará el estrés.

Ejercicio: una manera para evitar cualquier síntoma postvacacional es el deporte. Nos ayuda de una manera que no os podéis imaginar. Siempre y cuando comiences también de manera moderada, y si puede ser a diario aún mejor.

Actitud: no olvidemos que tú actitud es clave. Mantén una actitud positiva, realista y proactiva. Sin pensar en las cosas una y otra vez o dándole vueltas innecesarias a asuntos que escapan de tu control.

¿Y vosotros, ya estáis preparados para el regreso al trabajo?

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