La llegada del verano hace que cada vez suframos más por las altas temperatura. Las olas de calor no hay que tomarlas a la ligera ya que el calor y la humedad extremos pueden poner en riesgo nuestra salud. Especialmente si estamos dentro de los grupos más vulnerables como bebés, niños y niñas pequeños, mujeres embarazadas y personas de avanzada edad.
Las olas de calor son un fenómeno meteorológico natural producido cuando el aire caliente se queda atrapado en la atmósfera. Debido al cambio climático se atrapa el calor durante una mayor cantidad de tiempo por las emisiones de gases invernadero. El resultado es que las olas de calor aumentan en intensidad y frecuencia. Y hay que tener cuidado porque el calor extremo provoca golpes de calor e incluso la muerte.
Para hacer frente o prepararte correctamente para las olas de calor, en Medifar te damos los mejores consejos. Una serie de recomendaciones para reconocer los síntomas y saber qué medida tomar en caso necesario.
Recomendaciones para hacer frente a las olas de calor
Lo primero que debes hacer es informarte sobre la ola de calor: cuánta humedad habrá, durante cuantos días a la semana o al mes. De esta forma, será más fácil planificar tus actividades al aire libre. Otra opción interesante es tener en casa un botiquín que contenga sobres de sales de rehidratación oral (SRO), un termómetro, botellas de agua, toallas o paños de refrigeración húmeda.
Tu hogar será tu templo durante las olas de calor porque pasaremos dentro muchas horas. Cuando sea posible corre las cortinas y baja las persianas. Es un método muy sencillo pero eficaz, sobre todo durante las horas más calurosas del día. Abre las ventanas, pero solo por la noche para refrescar el ambiente. Emplea ventiladores y aire acondicionado para enfriar tu casa de la mejor manera posible.
Si puedes evitarlo evita la exposición continuada al calor. Cuando salgas a la calle no lo hagas en los momentos más calurosos del día, emplea sombrero y permanece en la sombra. Planea tus actividades o más temprano o más tarde, cuando hace ya más fresco. Y nunca olvides usar un protector solar adecuado para evitar el daño causado por el sol.
La hidratación es importante durante todo el verano y aún más en las olas de calor. Bebe agua a intervalos regulares sin esperar a tener sed y lleva siempre una botella de agua a mano. La ropa debe ser de algodón para reducir las erupciones en la piel y absorber la sudoración. El exceso de ropa no te favorece y siempre tienes que apostar por prendas holgadas y livianas.