Posiblemente no les prestes la atención que se merecen, pero cuidar los oídos se vuelve fundamental. Durante el verano, pero también durante el resto del año. Ahora aún más ya que están más expuestos a factores como el agua, el calor, la humedad o incluso el uso frecuente de auriculares.
Todo esto puede provocar molestias o problemas como la otitis, los tapones de cera o infecciones. Por eso, es fundamental prestarles atención y cuidarlos especialmente en esta época. Desde Medifar queremos darte algunos tips interesantes para no tener ningún problema en los próximos meses.
Consejos fáciles y eficaces para cuidar los oídos
Una de las recomendaciones más importantes es evitar que entre agua en los oídos. El agua del mar, de la piscina o de los ríos puede quedarse atrapada en el canal auditivo, creando un ambiente ideal para bacterias. Si eres propenso a infecciones, puedes usar tapones especiales para nadar.
Después de bañarte, seca tus oídos con mucho cuidado. No introduzcas bastoncillos u objetos ya que podrías dañar el conducto auditivo o empujar la cera hacia el interior. Es mejor inclinar la cabeza para ayudar a que el agua salga de forma natural, o usar una toalla suave por fuera.
Evita el uso excesivo de auriculares, sobre todo con un volumen muy alto. El calor y la humedad pueden aumentar el riesgo de infecciones si los utilizas durante mucho tiempo. Siempre que puedas, dale un descanso a tus oídos.
El aire acondicionado o el viento directo pueden irritar los oídos. Si viajas en moto o en coche con las ventanillas bajadas, o si estás mucho tiempo frente al aire frío, cuidar los oídos es fundamental. Puedes hacerlo con pañuelo o tapando ligeramente la entrada del oído.
Si vas a viajar en avión durante el verano, recuerda equilibrar la presión durante el despegue y aterrizaje. Puedes masticar chicle, bostezar o tragar saliva para ayudar a que los oídos no se taponen. Algo que suele ocurrirle a muchas personas en sus trayectos en avión.