La primavera ya ha llegado para quedarse. Se nota en el aumento de las temperaturas, las ganas de liberarnos de los abrigos, querer salir a celebrarlo al aire libre y la cantidad de luz solar existente. Motivada sobre todo por el cambio de hora realizado en el pasado fin de semana.
Como cada año en el último fin de semana de marzo, España cambio el reloj para adelantarse al horario de verano. Durante la madrugada del 30 de marzo, a las 2.00 de la madrugada tuvimos que adelantarnos a las 3.00 horas. El cambio en las manecillas del reloj se produce en muchos países para adaptarnos al verano, pero tiene muchos efectos que puede afectarnos.
El principal objetivo de este cambio de hora veraniego es el ahorro energético. El ahorro en realidad es muy pequeño, por eso son muchas las voces que se manifiestan en contra del mismo. Desde Medifar queremos analizar los efectos secundarios y posibles consecuencias que tiene el cambio de hora en tu cuerpo. ¿Preparados?
¿Cómo afecta el cambio de hora veraniego a nuestro cuerpo?
– Estado de ánimo: posiblemente la consecuencia más inmediata del cambio de hora está en el estado de ánimo. Incluso hay una producción elevada de marcadores inflamatorios a causa del estrés. De hecho, agrava otros trastornos derivados del mismo como la depresión o la ansiedad.
– Conciliar el sueño: tener esa cantidad de luz natural también tiene sus efectos secundarios. Puede alterar la producción de melatonina y trastocar el ciclo de sueño-vigilia. Eso significa que te costara más conciliar el sueño y quedarte dormido en los días posteriores al cambio de hora.
– Capacidad de concentrarse: cuando te afecta al estado de ánimo y la imposibilidad de dormir por las noches, eso puede provoca somnolencia diurna. Lo que se traduce en cansancio y fatiga en los días posteriores. Así como una mayor dificultad para concentrase, mayor irascibilidad y facilidad para distraerse.
– Memorizar las cosas: esa alteración en el sueño por el cambio horario tiene unos efectos negativos sin precedencia. Sobre todo, sobre la adquisición y posterior consolidación de la memoria. Es decir, puede llegar a dificultad la capacidad de absorber conocimientos al día siguiente.
– Grupos de población: los trabajadores que trabajan a turnos (sobre todo muy temprano) tienen mayor riesgo de sufrir un desajuste en el sueño. Lo mismo que los adolescentes que duermen menos que puede derivar en problemas de comportamiento, aprendizaje y atención.