La primavera ha llegado para quedarse y con ella muchas consecuencias para nuestro cuerpo. La astenia primaveral se produce por el cambio de tiempo, la subida de las temperaturas y la presión atmosférica. Pero también por el aumento de las horas de luz a causa del cambio de hora y una modificación en la rutina diaria como consecuencia de todo lo anterior.
Es posible que en estas semanas puedas notar síntomas como: cansancio, somnolencia, falta de energía, alteraciones en el sueño, irritabilidad, ansiedad, perdida del apetito, disminución de la lívido, problemas de concentración o de motivación. Es un cuadro perfecto que describe cada uno de los problemas asociados a la astenia primaveral.
Lo más importantes es que todos esos síntomas inducen en el organismo una serie de mecanismos que alteran la regulación de los ritmos circadianos. Lo hacen mediante un cambio en la secreción de determinadas hormonas que ocasión la alteración de los ritmos biológicos.
Claves para mejorar los síntomas de la astenia primaveral
¿Quieres conocer más sobre la astenia primaveral y cómo evitarla? En Medifar te decimos que no hay un tratamiento especifico para ello, pero si puede minimizar los síntomas. Ya que se trata de un proceso de adaptación del organismo y se realizará mejor con una serie de medidas:
– Ejercicio: hacer deporte de manera moderada te ayudará a acelerar ese proceso de adaptación. El ejercicio físico también facilita la liberación del estrés y la conciliación del sueño.
– Alimentación: otro de los pasos importantes para prevenir la astenia primaveral. La alimentación de ayudará a adaptarte a las nuevas condiciones ambientales con menos alimentos hipercalóricos y mayor presencia de frutas y verduras frescas.
– Hidratación: con la elevación de las temperaturas pronto comenzaremos a sudar mucho más. Eso significa que nuestro cuerpo necesita más líquidos y llevar a cabo una correcta hidratación es muy importante.
– Rutinas: la astenia primaveral afecta a la secreción de melatonina y puede ocasionar alteraciones del sueño. Para evitarlo, necesitas mantener tus rutinas de sueño, cenar horas antes de irte a la cama y tener tu dormitorio solo para dormir.
– Vitaminas: a veces creemos que la falta de energía se debe a una falta de vitaminas o minerales. La automedicación nunca es buena y con una buena alimentación tendrás todas las vitaminas que necesitas. Recurre a ellos solo si te lo recomienda un especialista.